Esta me costó escribirla. Es que el partido no tuvo demasiadas aristas para el comentario. Apenas una confirmación del buen nivel de Argentina. Fue como un amistoso fecha FIFA, que se juega por el amor propio y para la estadística, y por lo tanto no se quiere perder de ninguna manera, pero tampoco se quiere correr riesgos excesivos para ganarlo. Y entonces, me pareció interesante esperar otros resultados para ampliar el panorama. Pero los octavos ya se vienen encima, bien pegaditos.
La conclusión de la fase clasificatoria es sencilla. En el fútbol mundial de selecciones, los grandes son grandes de verdad. Y por lo general los chicos no se les animan. O no tienen con qué. Eso significa que hay pocas sorpresas en los mundiales. En 17 mundiales, sólo 7 equipos ganaron la copa. En promedio 2,4 mundiales por cabeza. Sólo 5 equipos ganaron la copa más de una vez, sólo 5 (obviamente los mismos) ganaron la copa fuera de su casa. Sólo 2 equipos ganaron su primera copa fuera de casa, y uno de ellos luego de haberla perdido en casa. Sólo uno, notoriamente Brasil, lo hizo fuera de su propio continente. Sólo 11 llegaron a la final, de ellos sólo 6 de 1970 en adelante. Sólo 18 equipos llegaron por lo menos al 3er puesto (en 1930 no hubo definición por el 3er lugar entre EE.UU. y Yugoslavia, así que entre los dos suman 1). Sólo 24 equipos fueron semifinalistas (cuento a los que se clasificaron del 1º al 4º puestos, ya que en varios mundiales no hubo partidos de semifinal propiamente dichos sino otro sistema). Por lo tanto, la expectativa debería ser que Alemania, Brasil, Italia, Argentina repitan. En el juego, y sobre todo en los resultados, estos equipos han revalidado en este Mundial sus pretensiones.
O sea: sin sorpresas. Ecuador se derritió contra Alemania, si bien es cierto que jugó con varios suplentes y Alemania, obligada a mostrarse ante su público, salió con la formación titular. Ghana cumplió con la cuota africana que últimamente hay en todos los mundiales; tomó la posta de Camerún y Nigeria, aunque en el resultado le ganó a USA por un penal que inventó el árbitro. Aún descontando esta injusticia, USA fracasó de punta a punta y el promocionado Bruce Arena tuvo que seguir dando mil y una explicaciones… Se ganó cierto crédito por plantear bien el partido contra Italia, pero plantear bien un partido ante un grande no alcanza para clasificar. ¿Saben cuántas veces remató al arco USA contra Italia? Ninguna. Cero. ¿Cómo hizo para marcar el gol que les permitió empatar 1 a 1? Fue en contra. No puede pretender clasificar un equipo que no tiene ataque.
Volver al sitio de El Transbordador.La conclusión de la fase clasificatoria es sencilla. En el fútbol mundial de selecciones, los grandes son grandes de verdad. Y por lo general los chicos no se les animan. O no tienen con qué. Eso significa que hay pocas sorpresas en los mundiales. En 17 mundiales, sólo 7 equipos ganaron la copa. En promedio 2,4 mundiales por cabeza. Sólo 5 equipos ganaron la copa más de una vez, sólo 5 (obviamente los mismos) ganaron la copa fuera de su casa. Sólo 2 equipos ganaron su primera copa fuera de casa, y uno de ellos luego de haberla perdido en casa. Sólo uno, notoriamente Brasil, lo hizo fuera de su propio continente. Sólo 11 llegaron a la final, de ellos sólo 6 de 1970 en adelante. Sólo 18 equipos llegaron por lo menos al 3er puesto (en 1930 no hubo definición por el 3er lugar entre EE.UU. y Yugoslavia, así que entre los dos suman 1). Sólo 24 equipos fueron semifinalistas (cuento a los que se clasificaron del 1º al 4º puestos, ya que en varios mundiales no hubo partidos de semifinal propiamente dichos sino otro sistema). Por lo tanto, la expectativa debería ser que Alemania, Brasil, Italia, Argentina repitan. En el juego, y sobre todo en los resultados, estos equipos han revalidado en este Mundial sus pretensiones.
O sea: sin sorpresas. Ecuador se derritió contra Alemania, si bien es cierto que jugó con varios suplentes y Alemania, obligada a mostrarse ante su público, salió con la formación titular. Ghana cumplió con la cuota africana que últimamente hay en todos los mundiales; tomó la posta de Camerún y Nigeria, aunque en el resultado le ganó a USA por un penal que inventó el árbitro. Aún descontando esta injusticia, USA fracasó de punta a punta y el promocionado Bruce Arena tuvo que seguir dando mil y una explicaciones… Se ganó cierto crédito por plantear bien el partido contra Italia, pero plantear bien un partido ante un grande no alcanza para clasificar. ¿Saben cuántas veces remató al arco USA contra Italia? Ninguna. Cero. ¿Cómo hizo para marcar el gol que les permitió empatar 1 a 1? Fue en contra. No puede pretender clasificar un equipo que no tiene ataque.
Otro fracaso fue Paraguay, de cuyo supuesto poder ofensivo con Roque Santa Cruz, Haedo Valdez y Núñez, más la alternativa de Pipino Cuevas, se habló mucho. Como de costumbre, Paraguay fue pura defensa, pero sin la mística de las épocas del Chila y Celso Ayala. Su fracaso no fue quedarse afuera en la zona de Inglaterra y Suecia, eso era previsible y a cualquiera le puede pasar(a Argentina le pasó en el Mundial anterior, ejem...). Su fracaso fue que ofensivamente no hizo nada. Otra vez pagó el precio de postergar a Pipino Cuevas. España ganó con autoridad, pero eso no es sorpresa. Sorpresa sería que no tuviera un traspié en octavos o a más tardar en cuartos.
En la discusión de los medios, las boludeces siguen a la orden del día. Escucho que ahora algunos le cuestionan a Riquelme que no está aportando lo suficiente en ofensiva. Y que le quita velocidad al equipo. Yo no entiendo qué quieren de Román, Román juega a eso que ven. Como dijo con agudeza mi amigo Fede, ese “agarrar la pelota y esconderla” “es su principal virtud, por encima de su capacidad de generación en ataque”. Hace unos días Miguel Ángel Russo, que de fútbol sabe, explicó lo importante que es para los volantes de contención y los defensores propios el tiempo que les da Riquelme para reposicionarse al mantener la posesión de pelota. Acepto que me digan que quieren un enganche más “vertical” (como se dice ahora), que no les gusta Román, que propongan una alineación con otros nombres. Eso hacía Bielsa, a quien justamente lo que le cuestionaban era que no ponía a Riquelme laputaqueloparió.
Cuando se arma un equipo hay que pensar básicamente en 4 cosas:
1) que el juego del equipo aproveche al máximo posible lo que los jugadores mejor saben hacer;
2) que, dado (1), sepamos cómo vamos a atacar;
3) que sepamos cómo vamos a evitar/neutralizar los ataques del rival;
4) que sepamos cómo vamos a recuperar la pelota si la tiene el rival.
Las críticas que le piden a Riquelme que juegue de una manera que no es la suya, o que lo cuestionan en abstracto sin responder a esas 4 cuestiones básicas, para mí no tienen ningún valor. Otro caso es el caso Messi. Le reprochan que no rindió a la altura de lo que los propios medios inventaron que iba a rendir. Encima ahora el pibe carga con la presión de todo lo que se habló y se habla de él. En un programa se discutía que, no estando Ronaldinho en su más alto nivel, no se ve en el Mundial una estrella determinante (como lo fueron Pelé en el 70, Maradona en el 86, Cruyff en el 74, Paolo Rossi en el 82). Al Bambino no se le ocurrió nada mejor que decir que Lionel puede serlo si le dan suficientes minutos de juego. Yo no sé que le pasa al Bambino: ¿será un comentario por encargo de los muchos espónsores publicitarios que tiene Messi?
El tiempo es ya un tobogán hacia los octavos, donde espera México. Me juego todo a manos de Argentina.
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